Por arquitectura de Colombia se entiende la existente en lo que actualmente es territorio colombiano y la realizada por arquitectos colombianos en el mundo. La arquitectura colombiana ha tenido multitud de influencias y manifestaciones, principalmente por la arquitectura de España, durante la época de la colonización española en Colombia.
La arquitectura colombiana se divide en los perÃodos de arquitectura indÃgena, colonial (religiosa y militar), de siglo XIX, republicana (1880-1930), de transición (1930-1945), modernista (1945-1970) y actual (1970-presente).
Las Torres del Parque de Rogelio Salmona. Bogota. |
En el periodo prehispánico se destacan las construcciones chibchas del altiplano cundiboyacense de Hunza actual ciudad de Tunja con sus grandes cercados del Zaque y de Santuarios muiscas y Bacatá actual Bogotá. También destaca Ciudad Perdida o Buritaca, construida sobre una base de terrazas hechas de piedras en las montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta construida por los indÃgenas de la cultura los tayronas.
Arquitectura colonial
Las edificaciones levantadas por los españoles en tierras americanas seguÃan los principios constructivos y tipológicos de la metrópoli, adaptándolos más o menos a las condiciones del lugar y a su función en un medio natural, social y económico diferente. Las iglesias, con su lenguaje espacial de naves, capillas, bóvedas, cúpulas y campanarios, continuaban la tradición establecida desde los principios de la cristiandad, aplicando en la composición de estos elementos los principios renacentistas y posteriormente barrocos vigentes en España. En cuanto a la arquitectura doméstica, las casas neogranadinas, construidas como estancias alrededor de uno o varios patios, reflejaban no solamente la proveniencia andaluza o extremeña, en su mayor parte, de los conquistadores, sino al mismo tiempo la herencia árabe y, antes que ésta, romana y griega de las casas de dichas regiones peninsulares. Vale la pena notar, como lo afirma el arquitecto e historiador Germán Tellez, que los componentes de la arquitectura doméstica urbana del sur de España se encuentran tanto la arquitectura doméstica urbana como en la rural de la Nueva Granada; en vano –afirma Tellez–, se deben buscar los antecedentes de esta última en las casas rurales de AndalucÃa o Extremadura, puesto que los modelos de explotación agrÃcola de las haciendas en las cuales dichas casas se asentaban eran esencialmente diferentes.
Las caracterÃsticas de la arquitectura colonial neogranadina están marcadas por su condición de colonia con una economÃa de subsistencia, donde la explotación de oro y plata no jugó el importante papel que tuvo en Nueva España (México) o Perú, joyas de la corona española. Esto se hace patente en la comparativa sobriedad de las fachadas de las catedrales de Santa Fe (Bogotá), Popayán o Cartagena, donde los recursos no daban para la grandiosidad de las fachadas barrocas de sus pares en Lima, México o Puebla. Digno de mención, entre los arquitectos de este perÃodo, son el alemán Simón Schenherr quien construyó iglesias de estilo barroco como la de los jesuitas en Cartagena de Indias y la iglesia de La Encarnación en Popayán.
Las edificaciones levantadas por los españoles en tierras americanas seguÃan los principios constructivos y tipológicos de la metrópoli, adaptándolos más o menos a las condiciones del lugar y a su función en un medio natural, social y económico diferente. Las iglesias, con su lenguaje espacial de naves, capillas, bóvedas, cúpulas y campanarios, continuaban la tradición establecida desde los principios de la cristiandad, aplicando en la composición de estos elementos los principios renacentistas y posteriormente barrocos vigentes en España. En cuanto a la arquitectura doméstica, las casas neogranadinas, construidas como estancias alrededor de uno o varios patios, reflejaban no solamente la proveniencia andaluza o extremeña, en su mayor parte, de los conquistadores, sino al mismo tiempo la herencia árabe y, antes que ésta, romana y griega de las casas de dichas regiones peninsulares. Vale la pena notar, como lo afirma el arquitecto e historiador Germán Tellez, que los componentes de la arquitectura doméstica urbana del sur de España se encuentran tanto la arquitectura doméstica urbana como en la rural de la Nueva Granada; en vano –afirma Tellez–, se deben buscar los antecedentes de esta última en las casas rurales de AndalucÃa o Extremadura, puesto que los modelos de explotación agrÃcola de las haciendas en las cuales dichas casas se asentaban eran esencialmente diferentes.
Las caracterÃsticas de la arquitectura colonial neogranadina están marcadas por su condición de colonia con una economÃa de subsistencia, donde la explotación de oro y plata no jugó el importante papel que tuvo en Nueva España (México) o Perú, joyas de la corona española. Esto se hace patente en la comparativa sobriedad de las fachadas de las catedrales de Santa Fe (Bogotá), Popayán o Cartagena, donde los recursos no daban para la grandiosidad de las fachadas barrocas de sus pares en Lima, México o Puebla. Digno de mención, entre los arquitectos de este perÃodo, son el alemán Simón Schenherr quien construyó iglesias de estilo barroco como la de los jesuitas en Cartagena de Indias y la iglesia de La Encarnación en Popayán.
La ciudad colonial
Al igual que en el resto de la América hispánica, los conquistadores llegados al Nuevo Reino de Granada fundaron gran cantidad de ciudades en un afán de controlar rápidamente el territorio, de modo que la mayor parte de estas poblaciones ya estaban fundadas para cuando Carlos II promulgó la Recopilación de las Leyes de los Reinos de Indias en 1680, en las cuales aparecÃan detalladamente las medidas y formas que debÃan seguir los trazados urbanos, asà como todo lo relativo a su gobierno. No obstante, ya en 1542, Carlos I habÃa promulgado, dentro de las Leyes Nuevas su Instrucción y reglas para poblar. Código para todas las colonias y Felipe II en 1573 habÃa expedido ordenanzas bajo el tÃtulo de El orden que se ha de tener en descubrir y poblar; estas son consideradas el primer código de urbanismo de la Edad Moderna.
De esta manera, las ciudades fundadas durante la Conquista y la Colonia en la Nueva Granada siguen, en mayor o menor medida, las normas expedidas desde la metrópoli arriba mencionadas. Esto queda evidente en su trazado común, conformado por manzanas cuadradas organizadas en una cuadrÃcula cuyo centro era la plaza mayor, sobre la cual se construyeron el templo católico y demás edificios del poder religioso y civil. Las viviendas de los conquistadores y demás personas que los acompañaran se ubicaban sobre la plaza o en las manzanas adyacentes, alejándose de la plaza según descendieran en rango e importancia.
PerÃodo republicano
Siglo XX
El siglo XX significó un cambio radical en las tendencias del arte y la arquitectura. El surgimiento de la arquitectura moderna se caracterizó por una ruptura entre el academismo y los jóvenes arquitectos de principios de siglo. Los primeros enseñaban en las escuelas de bellas artes promoviendo la preservación y el uso de los estilos clásicos y los segundos veÃan en la industrialización y las nuevas tecnologÃas un potencial enorme para desarrollar nuevas formas de expresión y pensamiento. La arquitectura debÃa redefinirse en la era industrial y crear un estilo para el siglo XX, basado en los desarrollos tecnológicos de construcción y utilizando nuevos materiales como el concreto armado, acero, vidrio y materiales sintéticos; el paso de lo artesanal a los procesos industriales de producción debÃa sentar las bases para una nueva forma de expresión.
Años 1920
Un hecho fundamental marcó el enfrentamiento entre las dos tendencias y el nacimiento oficial de la arquitectura moderna, este fue el Concurso para el Palacio de las Naciones en Ginebra en 1927. La participación fue muy significativa, se presentaron 367 proyectos. El arquitecto suizo-francés Le Corbusier inicialmente obtuvo el primer puesto, pero la corriente del academismo logró arrebatarle su lugar. Se desarrollaron los planos del proyecto por la academia, pero para responder al programa plagiaron el proyecto de Le Corbusier. A raÃz de este escándalo nacieron los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna – “CIAM”, en el castillo de la Sarraz en 1928.
Le Corbusier, junto con otros arquitectos como Walter Gropius y Ludwig Mies Van der Rohe, entre otros, plantearon y plasmaron los principios fundamentales que debÃan regir la nueva arquitectura. Entre ellos se distinguen el rechazo de los estilos arquitectónicos clásicos, el funcionalismo, entendiendo que los materiales y los requisitos funcionales determinan el resultado de la obra, una arquitectura sin ornamentación y basada en formas puras, espacios concebidos con plantas libres y movimiento; estructura y materiales visibles, entre otros.
Años 1930
La modernidad y sus ideas revolucionarias llegaron finalmente a Colombia. Esta transición hacia lo moderno se inició en la década de los años 1930, donde algunos arquitectos como Carlos MartÃnez y el alemán Leopoldo Rother, entre otros, empiezan a introducir estos conceptos en su ejercicio profesional. La arquitectura desarrollada en Bogotá, por ser la capital, es de gran importancia e influencia, principalmente porque en ella se centralizaba la toma de decisiones sobre la construcción y diseño de los edificios públicos en el resto del paÃs.
Adicionalmente, la Universidad Nacional de Bogotá, jugó un papel fundamental en la formación de los arquitectos, por una parte con la creación de la facultad de arquitectura en 1936 y con la orientación de algunos de sus profesores europeos como Bruno Violi y Leopoldo Rother, grandes impulsores de los principios modernos. El campus de la ciudad universitaria fue un ejemplo estimulante para los estudiantes de arquitectura. La generación de arquitectos formada entre las décadas de 1940 y 1960, se graduaron casi todos de esta institución y posteriormente promovieron en todas las regiones del paÃs los nuevos postulados y derroteros de la arquitectura moderna mundial.
Años 1950
Las décadas de los años 1950 y 1960 fueron un perÃodo extraordinario de la arquitectura colombiana, de una producción prolÃfica e innovadora, arquitectos como Rogelio Salmona, Guillermo Bermúdez, Germán Samper Gnecco, Dicken Castro, Gabriel Serrano, Rafael Esguerra, Fernando MartÃnez, Hernán Vieco, Manuel Lago, Raúl Fajardo y firmas como Cuéllar, Serrano Gómez, Pizano, Pradilla y Caro; Esguerra, Sáenz y Samper, Lago y Sáenz hacen parte de la generación de jóvenes arquitectos colombianos que impulsaron y definieron la arquitectura moderna en el paÃs.
El legado que esta generación ha dejado en el paÃs es de gran importancia, representa un momento histórico particular que respondió entre otras cosas a las necesidades y realidad del paÃs, principalmente por el crecimiento desmesurado de las ciudades, debido a las migraciones que se dieron a raÃz de los acontecimientos polÃticos y sociales derivados del 9 de abril de 1948.
En la actualidad se puede mencionar una nueva generación de importantes arquitectos como Simón Vélez, quien utiliza la guadua como componente arquitectónico primordial y Daniel Bermúdez con varios edificios públicos y en centros académicos.
Referencias
- Lablaa: BoletÃn Cultural y Bibliográfico , Número 31, Volumen XXVIII, 1991
- TÉLLEZ, Germán. Casa de Hacienda: arquitectura en el campo colombiano, 2.ª edición. Bogotá: Villegas Editores, 2006, p 31. Consultado en internet: http://books.google.com/books?id=0cEchJShLT8C&lpg=PP1&dq=casa%20de%20hacienda&pg=PA31#v=onepage&q&f=true
- BLANCO BARROS, José AgustÃn. «Fundaciones coloniales y republicanas en Colombia Normas, trazado y ritos fundacionales», en Credencial Historia, núm. 141 (2001). Consultado en internet: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/sept2001/fundacio.htm
Fuente del texto: wikipedia.org
Veuillez laisser ici votre commentaire, sinon vous pouvez poster dans notre page facebook: http://www.facebook.com/journal3.net