¿Porqué pensar en Jackson Pollok?
La curiosidad de entender su técnica, su inspiración, hacia dónde dirige su obra y la sensación que provoca; no pensando en un estudio artÃstico y las tendencias que se derivan, más bien las impresiones inmediatas que como espectador surgen a partir de su obra. Impresiones que se dirigen hacia las relaciones posibles con otros temas. Es importante conocer su técnica e introducirse en alguno de sus ejemplos para comenzar a entender sus propuestas.
La visión inmediata: una escala inmensa, donde los trazos plasmados de Pollock se convierten en un tiempo extraño, un tiempo intenso, en acciones del hombre, en su tiempo real, en el espacio que sin darse cuenta se vuelve denso, que se descubre a través de una visión global. Hacer una comparación serÃa medir el espacio y comenzar a delimitarlo, más bien hay que pensarlo como un ser viviente, algún elemento creciente que convierte estas relaciones en aspectos reales. Aspectos que pueden servir de inspiración y porque no de guÃa para entenderlo, para formarlo, para vivirlo y disfrutarlo.
Las primeras pinturas de Jackson Pollock revelaban una fuerte inclinación por los colores vigorosos y una gran originalidad en la interpretación de la forma. Después de la Segunda Guerra Mundial abandonó el uso del pincel y derramó sus colores directamente sobre el lienzo. En ese tiempo, su nombre se hizo sinónimo del capricho irracional en el arte moderno. Un personaje fuera de su tiempo, como tantos autores, que provoca al análisis, que encierra un estilo propio, que fundamenta su obra a través de teorÃas y que posee resultados muy interesantes.
¿Porqué pensar en la ciudad?
Imaginar por un momento que la ciudad se vuelve un lienzo, con una escala gradual según la intención del artista, en este caso Pollock. El resultado resulta polémico. Plasmar su técnica y su teorÃa.
¿Cuál es la situación actual de las ciudades, su futuro, nuevos conceptos de agrupamiento, qué relación podemos encontrar con la obra de Pollock.?
Las aglomeraciones de millones de personas en entornos urbanos concretos han generado cambios radicales en la vida social a lo largo del siglo XX. La ciudad se convierte en un centro que liga todo tipo de redes que comienzan a ser indispensables para el hombre. Se vuelve rÃgida, una ciudad contaminada, tal vez llegando a ser un tejido sin libertad. La ciudad está rompiendo los lÃmites territoriales. Y tal vez esta modalidad de ciudad no sea la indicada para adecuar los cambios y sistemas de vida en el hombre. El nuevo tipo de ciudad contempla las interrelaciones de ciudadanos situados a distancia. Tal es el caso del paso de la Metrópolis a la Telépolis, concepto expuesto en la ponencia “TecnologÃa y Cosmopolitismo doméstico” presentada por el autor en torno al tema de “Habitaciones” en el XIX congreso de la UIA en Barcelona 1996, que nos puede servir de ejemplo teórico para analizar y enfocar el tipo de ciudad que se pretende plasmar. Telépolis explora el concepto en donde las casas tenderán a ser el lugar de trabajo y las ciudades el lugar de distensión. “Telépolis es una ciudad desterritorializada y su estructura básica es la red de individuos, recursivamente iteradas, hasta generar toda una organización social, que vincula puntos geográficamente dispersos, pero unidos por la tecnologÃa”, comenta el autor. Telépolis es una teorÃa de ciudad que se adelanta al tiempo y que nos hace pensar en el futuro.
Como todavÃa podemos contemplar la ciudad desde los aviones , asà como utilizar distintas representaciones de los núcleos urbanos (planos, mapas, fotografÃas) se puede tener una imagen de la ciudad a gran escala. Además darnos cuenta de sus trazos y comenzar a analizarlos. Pensar en la ciudad desde una vista aérea.
Podemos soñar e imaginar un lugar perfecto o al menos un acercamiento a él. Un nuevo prototipo que elimine conceptos establecidos y que genere sus trazos a partir de inspiración y teorÃa. SerÃa interesante pensar en un prototipo de ciudad diseñada por Jackson Pollock
A este punto existe una fuerte liga entre las teorÃas y los resultados de Pollock y un modelo de ciudad donde los conceptos básicos son revertidos. Existe también la intención de hacer una relación entre estos dos conceptos y generar una idea de ciudad a partir de la obra de este autor expresionista. Sus trazos como generadores formales, su técnica como desarrollo y crecimiento.
Pollock mismo ha escrito: ” Yo no trabajo a partir de dibujos…Mi pintura es directa…Quiero expresar mis sentimientos más que ilustrarlos…Puedo controlar el fluido de la pintura: no hay accidentes, asà como no hay ni principio ni final.”
Importante es tener en mente una ciudad irreal , distinta a la generalidad, que nos haga pensar en conceptos futuros y que nos transporte a los resultados de este artista.
Imaginemos de nuevo la ciudad como un lienzo que está a punto de ser trazado por Jackson Pollock , su principal caracterÃstica es precisamente su mutabilidad. Pensar como en Telépolis , un espacio a distancia. Un lugar comunicado globalmente, donde la concentración pública se libera, las acciones de redes comienzan a centrarse en los puntos focales del hombre. Comunicados al mundo, con la facilidad de estar en un solo punto y donde el objetivo principal de todo este pensamiento es imaginar a Pollock plasmando con su técnica este modelo de ciudad, y teniendo como resultado mayor libertad.
Generar un espacio dinámico, impreciso, progresivamente aformal es la base teórica, un lugar emergente que se manifieste como un escenario múltiple sujeto a colisiones, cambios , mezclas y deslizamientos. Sin embargo ante una realidad inestable, cambiante y escurridiza, donde uno de los retos principales es el de la orientación.
Analizando el proceso técnico y teórico de su obra, citar algunos de sus ejemplos, nos puede servir para desarrollar esta propuesta de la ciudad trazada por este gran autor.
Creador de pintura moderna, quien extiende su lienzo sobre el piso, gotea pintura sobre él, arena y pedazos de vidrio, unta y raya en él , nombra con números cada pieza incluyendo las paletas de color, se introduce en el proceso, se mancha, comienza a pintar con su cuerpo, es un espectáculo ver este acto.
Su amigo y benefactor, el artista Alfonso Ossorio describe su trabajo de esta manera: ” Veo a un hombre que ha roto con todas las tradiciones del pasado y también las a unificado, alguien que ha ido más allá del cubismo, más allá de Picasso y del surrealismo, más allá de todo lo que ha sucedido en el arte…su trabajo expresa una dualidad, acción y contemplación”.
En un proceso particular de creación, Hans Namuth ha fotografiado a este artista en el trabajo y filmado su proceso. Pollock ha observado y declarado. “Que un pintor moderno no puede expresar su edad, el avión, la bomba, la radio, en las formas pasadas del renacimiento o en cualquier otra cultura pasada. Cada época encuentra su propia técnica.”
Un artista con un gran nivel de individualidad. Su arte es instantáneamente reconocible e imitable. Al centrar nuestra atención en su gran acto de pintar, nos impregna el reto, el trauma y el eventual triunfo de su proceso creativo.
La creación de su obra Lavender Mist nos puede servir de base imaginando el trazo de una ciudad prototipo.
Deja su lienzo en el piso, conservando su teorÃa de ” no lÃmites, ni principio ni final”. Imaginando que la ciudad no termina en los bordes del lienzo, pensar que al desdoblarlo en más partes, sus colores seguirán escurriendo a través de él.
Pollock usa unos moldes particulares provocados por la separación y marmoración de un esmalte fresco en otro, la estriación del negro delgado en un rosa profundo para producir infinidad de tonos. Esta técnica de tonalidades se relaciona con las divisiones de espacios y actividades del hombre en la ciudad.
Lavender Mist, llamada originalmente Número 1, está compuesta primariamente por una lÃnea de colores conformada por el blanco, azul, amarillo, gris , rosa y negro. PodrÃan comenzarse los primeros trazos a partir de todas estas divisiones, convirtiéndose en densidades, localizaciones, agrupaciones pero siempre a partir de su libertad. Cada trazo, cada color, comienzan a definirse en elementos reales.
Un lienzo que exprese y conceptualize la ciudad reflejando cierta particularidad en sus lÃneas que representan distintos tipos de conexión. No sólo las visibles también las que exponen las interrelaciones globales. La teorÃa de la convergencia expuesta por Pollock tiene una fuerte relación con este punto. Con esta palabra querÃa expresar lo que pensaba y sentÃa en el momento que pintaba su obra, un poco complicado de entender, pues Pollock enfocaba su pensamiento en algo que no se podÃa ver ni analizar, en algo que sucedÃa en su mente, pero que de alguna manera le daba justificación a su obra. La convergencia de dos puntos le daba motivos a sus trazos, justificaciones, que pasaban de un estado técnico a uno sensitivo y de interpretación. No significaba que un punto se uniera a otro, más bien era su constante recorrido a través del lienzo, el encuentro entre las distintas lÃneas y a partir de esto, en determinado momento comenzar a generar distintas plastas de colores. La libertad con que su mano y cuerpo entero recorrÃan el espacio para pintar.
La ciudad se presenta entonces como una retÃcula libre, con las complicaciones del cruce de redes reales, pero que son solo visibles y de menor fuerza, pues las principales están definidas a través de la comunicación entre los individuos a distancia. Los puntos focales, como las casas habitación donde se concentra ahora el trabajo comienzan a agruparse en plastas, distribuidas en puntos estratégicos del espacio y a partir de ahÃ, existe el trazo libre. La ciudad pensada como una distensión; revertir las acciones, convirtiendo los hogares en centros de trabajo comunicados globalmente, y el resto de la ciudad siendo un lugar mutable, donde las lÃneas que representan las redes comienzan a definirse como los trazos de un artista.
Aparecen redes principales y secundarias; al observar el cuadro de Pollock se definen algunas lÃneas de mayor densidad, otras son tan intensas que se volvieron plastas, agrupaciones de colores. Por ejemplo el color negro que actúa con tanta libertad pero que al mismo tiempo es la lÃnea más definida y repetida. El color gris tiene una gran densidad pero se concentra en puntos estratégicos a diferencia del color amarillo que se reparte por todo el lienzo. Empiezan a aparecer bordes por las plastas que se forman entre los colores cruzados en varias ocasiones. Son muchas lÃneas y agrupaciones interpretables en los elementos principales de la ciudad. Redes tecnológicas, las lÃneas más libres, concentraciones de casas, las plastas más densas, conexiones de transporte, lÃneas marcadas y definidas que se entrecruzan , espacios públicos, que son densos pero repartidos por todo el lienzo. Servicios y conexiones, algunos bordes.
Jackson Pollock nos muestra a través de su obra, la posibilidad de pensar en una ciudad más libre, con una manera distinta de analizarla. Pensando este trazo como un concepto general que hable de los espacios requeridos, sin una definición clara de cada lugar, más bien una visón aérea de un prototipo como posibilidad real. El lugar puede convertirse en el centro de las diversas redes que comunican al hombre.
Tal vez toda esta idea sea utópica pero muestra una visión amplia de los conceptos utilizados para diseñar una ciudad, sobre todo el de las redes como objeto principal del trazo.
Cuando en noviembre de 1950 se publicó en Time Magazine que sus trabajos mostraban un gran caos, el replicó: “NO CHAOS, DAMN IT”. Sin embargo, al tener una perspectiva general de sus propuestas, al relacionarlo con ejemplos reales como en este caso la ciudad, puede pensarse la existencia de este punto, es una impresión visual.
A mi parecer la obra de Pollock va más allá de lo que a simple vista se puede entender, creo que sus trazos son representaciones de algunas conexiones que no alcanzan a ser tangibles, son ejercicios mentales, es una intervención directa de su energÃa y la transmite perfectamente en su lienzo. Su técnica lo transporta a un nivel más profundo de interpretación.
La relación con la ciudad resulta interesante, pues a final de cuentas una ciudad en vista aérea, que es la mejor manera de analizar su tejido, es un lienzo trazado por la mano de millones de artistas, que disponen sus lÃneas, sus colores, su propia técnica, para definir sus actividades y ordenar, según sea el caso, sus necesidades de vida, y las percepciones a futuro de ella.
Pollock muestra con su obra la posibilidad de interpretar y soñar, caracterÃstica esencial del arte, para relacionar su trabajo con un tema importante como en este caso el trazo de una ciudad.
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